Estás muy wok-boomer últimamente! Yo soy un poco más joven, soy oficialmente millennial y todo, pero vivo en una zona muy dominada por la cultura anglo y pasé por este shock hace unos cinco años. Cuando lo compartía con mi familia, que son boomers literales que viven en una burbuja de periódicos de papel, no entendían por qué le daba tanta importancia. Ahora ya les llega y empiezan a quejarse también pero lo consideran «cosas de podemos».
Yo reconozco que en parte es porque aún intento hablar con jovencitas. Tendría que dejarlo, y lo estoy dejando, porque a estas alturas la desconexión generacional, sumada a los otros tipos de desconexión cultural que ya había antes, se hace demasiado. Con un poco de suerte en una década o dos la moda de la política entre los jóvenes se va por donde vino, y las ganas de llevar la contraria se centran de nuevo en escuchar música ruidosa, y lo de las tribus y tal vuelve a estar basado en marcas de ropa y videoconsolas en vez de identificaciones político-sexuales. Los viejos tiempos donde la estupidez era más honesta.
Estás muy wok-boomer últimamente! Yo soy un poco más joven, soy oficialmente millennial y todo, pero vivo en una zona muy dominada por la cultura anglo y pasé por este shock hace unos cinco años. Cuando lo compartía con mi familia, que son boomers literales que viven en una burbuja de periódicos de papel, no entendían por qué le daba tanta importancia. Ahora ya les llega y empiezan a quejarse también pero lo consideran «cosas de podemos».
Yo reconozco que en parte es porque aún intento hablar con jovencitas. Tendría que dejarlo, y lo estoy dejando, porque a estas alturas la desconexión generacional, sumada a los otros tipos de desconexión cultural que ya había antes, se hace demasiado. Con un poco de suerte en una década o dos la moda de la política entre los jóvenes se va por donde vino, y las ganas de llevar la contraria se centran de nuevo en escuchar música ruidosa, y lo de las tribus y tal vuelve a estar basado en marcas de ropa y videoconsolas en vez de identificaciones político-sexuales. Los viejos tiempos donde la estupidez era más honesta.