Los abuelos
Hola, aquí había un texto largo con batallitas sobre mis abuelos pero lo he quitado porque lo estoy corrigiendo y alargando todavía más y puede que algún día el texto reaparezca en forma de libro.
Si se diese el caso, lo más probable es que se trate de un libro autoeditado o editado por alguna editorial pequeña (como lo de Una amante complaciente o lo de Cardio) pero mis bolsillos están todavía abiertos a propuestas de editores o agentes literarios optimistas que le vean alguna posible salida al asunto.
Joer…. trocealo en varios artículos al menos! Está interesante y me gustaría leerlo entero, pero no tengo tanto tiempo como para hacerlo en una sentada. Hoy he leído un trozo, pero cuando vuelva ya no me acuerdo por donde me quedé… Por cierto, yo sigo tu lista de correo electrónico y me encanta cada uno de los emails que envías. No dejes de hacerlo. ¡Mil gracias por tu trabajo y constancia!
+1 a lo de Jonathan. Con la historieta del gimnasio nos tuviste medio lustro y esto nos lo sueltas todo de sopentón. Me está encantando, ciertamente, y estoy acostumbrado a leer, pero en el KikiriKindle. Me lo tendré que pasar ahí para terminarlo de leer cual cuento corto. De momento lo tengo que dejar en la presentación de la iaia Aurora. Gracias por el relato.
Cuando pueda lo saco en epub y algún día también en papel, cuando vuelva a tener sentido comerciar con objetos físicos, pero me pareció que a alguno le gustaría haberlo leído durante la pandemia. Le di vueltas a la posibilidad de recortarlo en capítulos y me pareció que no era una historia recortable, me gusta más de un tirón como el de Una amante complaciente.
Lo he leído del tirón.
Maravilloso, gracias <3
¡Maravilloso! Sigue así.
Buenas,
Gracias por la historia (y ese homenaje a nuestros mayores). Creo que lo que indicas (interesarse por las vidas de las personas de nuestra familia) surge con la edad: de pequeño no te planteas que las personas a quienes llamas «abuelos» hayan podido tener una juventud. Con el tiempo, les vas realizando preguntas, e intentas escuchar sus historias (de épocas bastante más duras que este confinamiento) y cómo pensaban en aquel entonces; y ves los cambios de planteamientos que tenemos entonces y ahora. Y también ves que las pocas cosas que ellos tenían son símbolos (hoy en día una fotografía o una carta no significa lo mismo que en aquel entonces).
Ojalá nosotros tengamos bonitas historias que contar a los que nos sucedan :)
Ánimo en estos días!
Un saludo,